Se trata de un sistema semejante a los rociadores automáticos, pero con algunas diferencias. La más importante es que los rociadores de este tipo de sistema a los que comúnmente se les llama boquillas pulverizadoras no disponen de ningún dispositivo que libere el orificio por acción de la temperatura debido a que el orificio ya está abierto.
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Se emplean habitualmente para refrigerar tanques de almacenamiento de líquidos inflamables o explosivos, a modo de diluvio sobre materiales combustibles o altamente inflamables de tipo líquido o con un comportamiento similar en caso de incendio o para extinciones automáticas localizadas en lugares de riesgo especial.
Los conatos de incendios suceden en los lugares y en los momentos más inoportunos de modo que la mejor forma de asegurar servicio durante las 24 h del día, los 365 días del año es disponer de mecanismos que actúen de forma automática el sistema de agua pulverizada.
La combinación perfecta para los sistemas de agua pulverizada es la integración de espumógeno especiales para uso contra incendios en los sistemas de diluvio, lo que asegura la anulación del incendio en un tiempo que sería impensable en un fuego de tipo líquido inflamable solo con agua.
Pese a que los sistemas de agua pulverizada pueden actuarse de forma manual mediante una válvula estándar lo ideal es hacerlo de manera automática a través de los llamados puesto de control de diluvio. Este tipo de válvula está especialmente diseñada para actuar mediante múltiples tipos de señales (eléctrica, hidráulica, neumática e incluso mecánica)
Un uso muy frecuente de los sistemas de agua pulverizada es la protección contra incendios de almacenes o zonas de bombas de trasiego de líquidos inflamables. Este tipo de incendio evoluciona rápidamente y pese a que una protección con rociadores colgada sobre la estructura del techo de las zonas protegidas podría parecer la mejor forma de garantizar la seguridad, la mejor solución es sin duda un sistema de agua pulverizada tipo diluvio, ya que el agua fluye por todas la boquillas pulverizadoras a la vez, lo que garantiza que junto a una detección del incendio ultra rápida el conato no alcance dimensiones desproporcionadas que conlleven la imposibilidad de su extinción.
Los conatos de incendios suceden en los lugares y en los momentos más inoportunos de modo que la mejor forma de asegurar servicio durante las 24 h del día, los 365 días del año es disponer de mecanismos que actúen de forma automática el sistema de agua pulverizada.
Pese a que los sistemas de agua pulverizada pueden actuarse de forma manual mediante una válvula estándar lo ideal es hacerlo de manera automática a través de los llamados puesto de control de diluvio. Este tipo de válvula está especialmente diseñada para actuar mediante múltiples tipos de señales (eléctrica, hidráulica, neumática e incluso mecánica)
