¿Cómo detectar un incendio en mis instalaciones? Empecemos por aquí

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Partamos de la base de que hay varias formas o sistemas para la detección, más o menos temprana, de incendios. La primera división es la más obvia… ¿Personas o máquinas?

Cuando la detección queda confiada a las personas.

Siempre y cuando se cumplan algunas condiciones, la vigilancia contra incendios se puede encomendar a personas. Hay que tener en cuenta, por supuesto, que el área a monitorizar sea apta para la estancia de personas y no se trate de recintos con gases peligrosos o temperaturas que lo hagan inhabitable. La zona también deberá ser perfectamente visible en condiciones normales que hagan que se pueda vigilar sin la necesidad de otros equipos adicionales.
Como se puede ver, el entorno ya condiciona bastante las posibilidades de la detección confiada a las personas, pero no nos olvidemos del punto más importante: El factor humano, en este caso reflejado en la formación.

Es imprescindible una correcta formación del vigilante en materia de incendio pues es el primer y principal eslabón del plan de emergencia. En Semamcoin contamos con gran experiencia en formaciones a medida para empresas en estas materias ¿Quieres saber más? Haz click aquí.

Cuando la detección se lleva a cabo a través de sistemas.

En general la rapidez de detección es superior a la detección por vigilante, aunque hay mayor índice de error. La gran ventaja es que se pueden vigilar 24×7  zonas inaccesibles a la detección humana.

Estos sistemas constan de varios elementos como pulsadores, líneas, centrales de señalización y otros aparatos auxiliares como sirenas, llamadas automatizadas a bomberos, etc…

El primer elemento de la cadena en este caso es el detector, encargado de captar los indicios del fuego y transmitirlos de manera fiable, a través de las líneas, a la central de señalización para que ésta actúe.

Estos elementos detectan el fuego a través de alguno de los fenómenos que le acompañan: gases, humos, temperaturas o radiación UV, visible o infrarroja.

Hay que tener en cuenta que estos fenómenos se dan en una u otra fase del incendio, por lo tanto, la necesidad de la detección temprana del fuego ya es un factor clave para elegir un tipo de detector u otro. Por ejemplo la detección de un detector de gases o humos es más rápida que la de un detector de temperatura, que precisa que el fuego haya tomado un cierto incremento antes de detectarlo.

Detectores-De-Humo-Fases-de Actuacion

 

Según el fenómeno que detectan se denominan:

Detector de gases de combustión iónico (humos visibles o invisibles). 

Detectan gases de combustión, es decir, humos visibles o invisibles. Se llaman iónicos o de ionización por poseer dos cámaras ionizadas por un elemento radiactivo. Una pequeñísima corriente de iones de oxígeno y nitrógeno se establece en ambas cámaras. Cuando los gases de combustión modifican la corriente de la cámara de medida con respecto a la cámara estanca se establece una variación de tensión que hace que salte la alarma.

Su sensibilidad es variable ya que, al tratarse de una detección muy temprana del incendio, puede haber factores que generen una mala lectura. Por ejemplo, humos de tubos de escape, calderas y en general, todo el humo que no provenga del fuego. También se ven afectados por corrientes de aire, fácilmente evitables con paravientos.

Detector óptico de humos visibles.

Se basan en el oscurecimiento generado por el humo, o también en la difusión de luz por el efecto Tyridall.
Son de construcción muy complicada ya que requieren una fuente luminosa, una célula captadora y un equipo eléctrico muy complejo. El efecto perturbador principal es el polvo.

Detector de temperatura fija o termovelocimétrico

Los de temperatura fija que son los más antiguos detectores y actúan cuando se alcanza una determinada temperatura límite. Se basan en la deformación de un bimetal o en la fusión de una aleación (caso de los sprinklers).
Los termovelocimétricos miden la velocidad de crecimiento de la temperatura. Normalmente se regula su sensibilidad a unos 10ºC/min.
Actualmente es raro encontrar instalaciones de un tamaño considerable protegidas por detectores de temperatura fija. Es preferible utilizar detectores termovelocimétricos que incluyen además un dispositivo de detección por temperatura fija.

Detector de radiaciones:

Detectan las radiaciones infrarrojas o ultravioletas que acompañan a las llamas. Contienen filtros ópticos, células
captadoras y un equipo electrónico que amplifica las señales, y son de construcción muy compleja.

Si están colocados cerca de otras fuentes de radiación pueden dar pie a falsas alarmas. El Sol, cuerpos incandescentes, soldadura, etc. pueden dar actuar como perturbadores, pero sus efectos se limitan a base de filtros, reduciendo la sensibilidad de la célula y mediante mecanismos retardadores de la alarma para evitar alarmas ante radiaciones de corta duración.

Con estos tipos tenemos un amplio abanico de posibilidades para la detección temprana de incendios.

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Recuerda que, en materia de seguridad, es fundamental ir siempre por delante.


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